El Negroni. El cóctel italiano perfecto para el aperitivo. Origen e historia. Su creador el Conde Negroni. El Negroni y el cine: Orson Welles, José Luis Garci y Luis Buñuel.
El cóctel Negroni. Perfecto aperitivo italiano.
El Negroni es el cóctel del aperitivo. Pocas cosas hay más italianas que este clásico de la coctelería. Un combinado perfecto para abrir el apetito y encender el buen humor. Recibir a los amigos en casa (o en el yate, si se tiene posibles) con un buen Negroni nos convierte en el anfitrión perfecto. Con todo el glamour y la elegancia de la aristocracia italiana. Vamos a repasar su receta y su historia para que triunfes a la italiana. El mismísimo Conde Negroni estaría orgulloso de nosotros.

Negroni y aperitivos. Una excelente combinación
Receta del Negroni.
La receta del Negroni es sencilla y contundente. 3 elementos a partes iguales que combinan aportando cada uno sus características. El vermú rojo es dulce y el Campari es un “bitter” con un toque ligeramente amargo. Ambos aperitivos de origen italiano combinan perfectamente con el sabor de la ginebra. ¡Es perfecto!
- Hielo Classic de Cubers.
- Ginebra: 30 ml
- Aperitivo bitter: 30 ml (Campari o Martini Bitter)
- Vermú rojo: 30 ml (Martini Rosso).
- 1 rodaja o cáscara de naranja.

El cóctel Negroni y sus ingredientes.
¿Cómo se toma el Negroni?
El Negroni se combina en el propio vaso que se sirve. Vaso bajo y ancho tipo Old Fashioned. Nunca lleva hielo picado y debemos evitar que se agüe el cóctel. Por eso es recomendable enfriar antes las botellas y el vaso. Y por supuesto, hay que usar un hielo de calidad… ¡ya sabes!
Es un cóctel muy sencillo de ejecutar y de disfrutar. No necesitas ser un barman profesional. Se mezcla con una cucharilla en el vaso y no debe ser agitado en coctelera. El orden adecuado es Martini, ginebra y Campari. Y es importante que los 3 componentes se combinen en partes iguales. Un exceso de vermú nos daría un combinado muy dulce. Y si nos pasamos con la ginebra tenemos un cóctel muy alcohólico. Buscamos la triada perfecta.
También es un trago bastante alcohólico, así que hay que tener cuidado en el aperitivo. Si se te va la mano con el número de Negronis, es muy probable que no llegues presentable a la comida. Una versión más suave del Negroni la conseguimos sustituyendo la ginebra por cava, champán, Prosecco u otro vino espumoso brut. Este cóctel se conoce como Negroni Sbagliato (Negroni incorrecto). Es el cóctel milanés por excelencia.

Aperitivo bitters Campari.
Historia del Negroni.
El Negroni tuvo su origen en el Café Casoni de Florencia en el año 1919. El alegre y viajado Conde Camillo Negroni frecuentaba este café, donde disfrutaba con los amigos del cóctel de moda en la época, el Americano. Este combinado a base de vermú, Campari y un poco de soda le resultaba poco alcohólico al conde. Gracias a sus viajes a Londres conocía las excelencias de la ginebra, poco frecuente en Italia. El barman del café, Fosco Scarselli, siguió sus indicaciones y cambió la soda por ginebra. La combinación fue un éxito.
El Conde Negroni fue todo un aventurero. En su juventud fue vaquero en el lejano oeste y Canadá. También puso una escuela de esgrima en Nueva York. Su madre era inglesa y siempre tuvo influencia anglosajona, de ahí su aprecio a la ginebra. El propio conde fue un fanático del combinado que lleva su nombre. Se conserva una carta de un amigo dirigida al simpático conde en la que le recomienda beber sólo 20 Negronis al día. Vamos que por pequeños que fuesen los vasos de la época, el conde se ponía fino en el aperitivo. Y desde luego hizo méritos para que el cóctel llevase su apellido.

Conde Negroni
El Negroni y el cine.
Entre los amantes del Negroni tenemos al director de cine José Luis Garci que dice que es un cóctel de sol, terraza y periódicos para disfrutarlo en Roma. Orson Welles comentó sobre este cóctel cuando lo descubrió que los aperitivos bitters son excelentes para el hígado y que contrarrestan lo malo que pueda tener la ginebra. Si el hígado de Orson hubiese hablado, igual no habría opinado lo mismo sobre el tema. Y siguiendo con los directores de cine, Luis Buñuel tenía su propia receta a la que llamó Buñueloni. Seguro que era un trago excelente, aunque el nombre suena un poco a bollería… ¡ese glamour!

Orson Welles y el cóctel Negroni.
Nos hemos acercado a este cóctel tan italiano y perfecto para los aperitivos. Ya sólo queda que te animes a prepararte un Negroni con unos buenos hielos. Muestra el cóctel al sol para que sus rayos saquen esos preciosos destellos rojizos… y ya sabes, intenta beber menos de 20 al día.
¡Por el Conde Negroni!