Moscow Mule o Mula de Moscú. Receta clásica. Típica jarra de cobre. Historia del cóctel y sus 3 creadores: 2 americanos y una rusa.
Moscow Mule, o Mula de Moscú que es como se traduce al español, es un cóctel muy refrescante ideal para mitigar los calores del verano. A pesar de que está elaborado con vodka y de que su nombre hace referencia a Moscú, su origen es americano. Y es que, aunque generalmente asociamos el vodka a Rusia y los países del este, no hay que olvidar que Estados Unidos es unos de los mayores productores y consumidores de vodka. El consumo de este destilado en occidente es en forma de cócteles, entre los que se encuentra el Moscow Mule, que ayudó bastante a aumentar su consumo. Vamos a conocer su receta.
Receta clásica.
La receta clásica del Moscow Mule es la siguiente:
- 0.5 cl de zumo de lima
- 4.5 cl de vodka
- 12 cl de Ginger Beer(cerveza de jengibre) o Ginger Ale
- 3 hojas de menta o hierbabuena
- Una rodaja de lima
- Hielo Cocktail de Cubers
Moscow Mule servido en el bar Rye de San Francisco en California.
Este cóctel se hace con Spicy Ginger Beer, o lo que el mismo cerveza picante de jengibre, que junto con el vodka y la lima hace que sintamos su fuerza en el primer trago. Se trata de la característica “patada de mula”, y lo de Moscú viene por el vodka, que siempre nos evoca a Rusia. Ya conocemos la cerveza de jengibre de otro cóctel, el Dark and Stormy. Pero si no disponemos de cerveza de jengibre a mano, podemos sustituirla por Ginger Ale. Se suele servir con abundante hielo picado o en piedras, y para completar el cóctel una rodajita de lima y unas hojitas de menta o hierbabuena.
Jarra de cobre.

Moscow Mule. Otro tipo de mula de Moscú.
La imagen clásica del Moscow Mule es servido en su típica jarra de cobre. Como el principal objetivo de este combinado es que nos refresque, y se debe consumir muy frío, la jarra es el recipiente perfecto. En su defecto podemos usar algún recipiente metálico y con asa. El metal garantiza que no se caliente mientras lo bebemos y da sensación de frescor. El asa permite sostenerlo sin transmitir el calor de nuestras manos. También es importante que la jarra de cobre lleve recubrimiento interior de níquel o acero inoxidable. Al ser un combinado ácido (pH menor de 6) en contacto directo con el cobre hace que se disuelva parte del metal, y es desaconsejable ingerirlo. Si no queremos complicarnos, y pasamos del tipismo, en vaso alto también está rico.
Historia del Moscow Mule
El origen del Moscow Mule es americano, aunque como veremos también tiene un toque ruso. Es la historia de 3 personas que se pusieron de acuerdo para crear un cóctel que diera salida a sus respectivas necesidades económicas. Y lo consiguieron con creces, ya que es un cóctel muy popular en Estados Unidos, sobre todo en California.

Cocktail Ice Cubers. Perfecto para el Moscow Mule.
La historia del Moscow Mule comienza en un caluroso día de verano en un bar de Hollywood en el 1941. Jack Morgan propietario del Cock’n Bull, había elaborado una cerveza de jengibre que a su clientela no acababa de convencer y no tenía como colocarla. Jack tenía un amigo con un problema similar, John Martin, que tenía los derechos de comercialización de una empresa que no era muy conocida por aquella época: Smirnoff. Entonces aparece en toda esta historia una señora de origen ruso llamada Sophie Berezinsky, que tenía un remolque lleno de jarras de cobre que necesita vender urgentemente… Ves hacia dónde va la historia, ¿no? Combinación perfecta: cerveza de jengibre, vodka Smirnoff, servido bien fresquito en jarra de cobre y bautizando la mezcla con un nombre impactante… Moscow Mule y ¡a vender!
Como siempre te comentamos, es difícil que esta historia sea completamente cierta, pero lo que sí es cierto es que es ideal para contar en una noche de verano (o de cualquier otra estación), con una jarra fresquita de Moscow Mule en la mano. Y aunque en España no nos suene mucho este cóctel, igual es buen momento para atrevernos a probar una buena “patada de mula” en la boca (siempre en sentido figurado)…
¡Yiiijaaaa!